¿Qué sucede si no tomamos agua?

¿Sabías que?... tu cuerpo esta compuesto por un 70% de agua y que requiere de aproximadamente 2 litros de agua al día.

El agua corporal total disminuye a medida que la edad avanza. Un embrión contiene en promedio 90% de agua, un recién nacido 80%, un adulto 70% y un adulto mayor 60%.

Nuestro corazón al igual que nuestro cerebro están compuestos de agua en una 3/4 partes, es decir el 95%. El pulmón es 83% agua y finalmente los huesos que parecen ser sólidos y secos tienen aproximadamente un 22% de agua. Así vemos que nuestros órganos en su mayoría son básicamente agua y que nuestro cuerpo constantemente está expulsando por medio del sudor, la orina, los movimientos intestinales y hasta por respirar, alrededor de 1-3 litros.

En el cerebro, exactamente en el hipotálamo se recibe la señal de que tu cuerpo tiene poca agua, por lo tanto se libera la hormona antidiurética (ADH) que llega a los riñones y crea “acuaporinas” que son canales por donde la sangre puede obtener y retener más agua, lo cual ocasiona que la orina sea más oscura.

Claro está, la deshidratación ocasiona niveles bajos de energía, ánimo, humedad en la piel, presión sanguínea y hasta problema cognitivos. Y es que al cerebro le toca trabajar más para lograr lo mismo que hacia antes.

Una forma de conocer que tan bien hidratados estamos es a través del color de la orina. El color de la orina proporciona información muy útil sobre nuestro estado de hidratación, pero también sobre el funcionamiento de nuestros órganos. Los colores más claros nos indican una adecuada hidratación y los colores oscuros indican que nos hace falta beber más agua.

Cuando consumes mucha agua en poco tiempo se reduce e incluso se detiene el proceso para que la sangre obtenga y retenga más agua. Se produce lo que se conoce como hiponatremia en donde los electrolitos de sodio se diluyen en el cuerpo ocasionando que la células suden, y en casos extremos es tanto que los riñones no pueden con tanta orina diluida lo cual produce intoxicación.

Los mayores beneficios del agua se obtienen bebiéndola en pequeños sorbos y en cantidades moderadas, siempre fresca y natural. Un vaso de agua en ayunas y otro en la noche es un medio fácil y seguro para mantener limpios el estómago y los intestinos.

¿Qué esperas? ¡Empieza con este nuevo hábito!